Muerte
Morir.
Se puede morir tantas, pero tantas veces! que llega uno a
acostumbrarse al sabor del vacío. En ocasiones, el camino de regreso a
la vida es tan conocido, que puedes caminar por sus pasillos con los
ojos cerrados. Ella, la muerte, ha sabido caminar de mi mano y me ha
mirado a los ojos. Ya no le temo, de hecho, hemos tenido importantes
charlas, donde ella me concede oportunidades y me dice
que regrese. Parece que somos amigas, pero no, no me engaño. Ella está
aquí para mostrarme un tipo de luz distinta. Una que no me produzca más
temor, sino que, por el contrario, me ponga de frente con mi propia
fortaleza. Esa que me empuja por el pasillo de regreso a mi vida.
Anoche, una parte mia murió. Pude percibir el olor a hueco en la casa.
Así que me toca volver a recorrer el camino de regreso. Muerta no me
puedo quedar.
© Derechos de Autor Gnosis Rivera.-
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