Solo les pido un favor...


Hagamos, por un momento, este ejercicio de imaginación: Usted es una persona que se levanta todos los días de su cama, ha cubierto su cuerpo con una sábana de, al menos, 200 hilos y ha descansado su cabeza sobre una almohada. Cuando se incorpora, coloca sus pies en las zapatillas -o bien se ha quedado descalzo- y se desliza, perezoso, a la cocina a hacerse café.  Toma un rico baño de agua, tibia o fría, según le guste.  Si no tiene calentador, puede ser que pueda calentar en una olla un poco de agua, pues tiene una estufa y gas; el caso es que se da un rico baño y sale a vivir el día limpio y bañado. No nos olvidemos del desayuno. Usted se desayunó; quizá lo hizo bien rápido, sin apreciar los ricos aromas de un chocolate caliente ni la forma exquisita en que la sal se diluye sobre la piel de un huevo pasado por agua hirviendo.

Se ha vestido con ropas modestas o lujosas, pero se ha vestido y se ha ido a trabajar, o a ido al gimnasio, o al parque, o a donde le toque.  Usted sale y puede interactuar con sus semejantes, puede entablar charlas de importancia o triviales, o si quiere, puede estar solo todo el día y decidir no hablar.  Puede levantar la vista y ver el sol y las nubes, quizá no lo hace porque no se ha percatado que, quizá y solo quizá, ver ese sol, ver ese cielo, sentir la brisa en la piel, es en verdad un privilegio y da por sentado muchas, muchas cosas. Pero igual usted puede disfrutar de todo esto, aunque apenas se de cuenta que tiene tal honor.  Esto es durante los días que transcurren de lunes a viernes, donde la faena del sistema en que vivimos nos conmina a laborar, pero puede ser, casi seguro, que un viernes en la noche, o un sábado, pueda ir a algún bar o café -no se por qué rayos le llaman cafés si solo tienen alcohol y nada de café...-, y disfrutar alguna bebida, la compañía de amigos o algún amor y contonear la anatomía al ritmo de alguna canción de moda.

Todo lo anterior puede variar, pero al fin es lo mismo.  Usted tiene a su disposición un gran número de "cosas" que da como normales, da por sentadas, como se dice.  Cosas que entienden que son normales, comunes, nada maravilloso como para detenerse a apreciarlas o ha valorarlas.  Mejor aún, usted no imagina que haya quien no tenga estas cosas, y no imagina que se pueda estar sin ellas. ¿Verdad que no es mucho lo que hay que imaginar?, pues es casi justo así, como le he dicho. Pues bien, ahora le haré una pregunta.  ¿sabía usted que hay comunidades completas que no solo NO tienen nada de esto, sino que les está completamente prohibido?.  ¿Sabía usted que hay gente que, aún hoy, en pleno siglo XXI, está sometido a formas crueles de esclavitud, con la anuencia cómplice y silenciosa de gobiernos e instituciones privadas y oficiales, y que no pueden disfrutar nada parecido a lo que usted disfruta, y peor aún, ni saben que existen tales privilegios?.  ¿Sabía que hay comunidades completas que no disponen de sistemas de alfabetización, servicios de salud básicos, agua potable, descanso, ¡nada!, solo trabajar, trabajar y trabajar, y es lo único que SABEN hacer?

Pues bien, amigo, es justo así como le digo.  La esclavitud no ha desaparecido, está ahí. Y hay cosas de las que disponemos para nuestro confort, que de alguna forma u otra, provienen de esa esclavitud.  Yo solo le pido un favor, de su día, de su tiempo, en medio de todas las bendiciones de las que usted disfruta, ¿podría dedicar solo 19 minutos y 15 segundos para ver este video?.  No deberá hacer más nada. Solo vea. Entérese.  He creado una petición en Avaaz, con el propósito de promover esta realidad, porque DEBE ser conocida.  Es hora de dejar de voltear la mirada, es tiempo de dejar de dar las cosas por supuestas, por seguras.  Es tiempo de ver la realidad de otros hermanos.

Yo no pretendo que usted haga nada, si ve el video ya es ganancia.  Usted sabrá qué hacer.  Tampoco me engaño, yo solo soy UNA persona, pero cuando una persona se convierte en MILLONES, las cosas pueden tomar otro giro. Mandela era también una sola persona, y Martin Luther King. Y para nada me comparo, ni más faltaba, ¡caray!, pero recordemos, que cada acción por trascendental o simple que sea, empieza siempre con el primer paso, ¡pues bien! el primer paso es enterarnos, y luego ver qué hacemos con eso que sabemos.  Si te interesa firmar la petición y promoverla, es de mucho agradecer.

Ten un feliz fin de semana, y anímate a disfrutar, a conciencia, de todos los privilegios de los que dispones,

Les quiero, Gnosis Rivera

(en los vínculos que se destacan a color en el texto, puedes acceder al video y a la petición de Avaaz)

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